2019 volverá a ser un año de record para el Camino de Santiago ya que el número de peregrinos que alcancen la meta de la Catedral rondará los 350.000. De esos cientos de miles, un 27% son jóvenes menores de 30 años que procedentes de países de todos los continentes, acuden al Camino en búsqueda de una experiencia de vida, llenos de preguntas.

Los pasados días 7, 8 y 9 de Noviembre, Acogida Cristiana en los Caminos de Santiago celebró su VII congreso centrando su atención en ese 27% de peregrinos. Dedicar monográficamente estas jornadas a los jóvenes peregrinos fue en sí mismo un reconocimiento a su valor por enfrentarse a las inclemencias del tiempo, al cansancio y a las molestias inherentes al peregrinar abandonando la comodidad absoluta a la que nos arrastra la sociedad. No hace mucho la asociación alemana presente en el Centro Internacional de Acogida destacaba el valor que tantos jóvenes de su país demuestran al peregrinar a Santiago cuando finalizan sus estudios obligatorios frente a otros que preferían pasar unas semanas en Australia.

Ese signo de esperanza en los jóvenes es el mismo que el Papa Francisco destaca con énfasis en su exhortación Christus Vivit y que fue el hilo conductor de todo el Congreso. En él, hubo lugar para conferencias de gran profundidad que conformaron el marco en el que se mueven los principios de la acogida cristiana. El Cardenal de Barcelona Monseñor Juan José Omella presentó el Camino de Santiago como lugar de encuentro del Señor con los jóvenes afirmando que “Dios sigue llamando a los jóvenes y muchos responden a esa llamada en la línea de lo que experimentaron y vivieron los discípulos de Emaús: Cristo les sale al encuentro, como lo hace con los peregrinos del Camino”.

A apenas 13 meses para que se inaugure el Año Santo Compostelano, el Arzobispo de Santiago habló sobre esta celebración en relación con los jóvenes. Monseñor Julián Barrio afirmó que 2021 “debe ser una invitación constante a los jóvenes a entrar en contacto con la Iglesia” ya que “los jóvenes son esa fuerza de futuro que necesitamos”. Así mismo presentó la peregrinación como una experiencia de cambio de rumbo en la vida para los jóvenes “Santiago es una meta de llegada para el hombre viejo y un punto de partida para el hombre nuevo”.

Pero en el Congreso también se presentaron varios paneles de experiencias en el que se expusieron ejemplos concretos de cómo se trabaja con los jóvenes en el Camino de Santiago, como por ejemplo el llevado a cabo por la Compañía de Jesús. Los hijos de San Ignacio asombraron a los congresistas con la reproducción de la oración nocturna que celebran durante el verano en su iglesia de San Agustín en la ciudad de Santiago. Conjugando los cantos en diferentes lenguas con la oración, la lectura de la Palabra de Dios y el silencio logran crear un ambiente espiritual en un registro joven que conecta muy positivamente con los peregrinos.

En otro momento del congreso se pudo escuchar la intervención de Salvo Collura S.j quien ofreció la experiencia de quien acompaña a jóvenes durante su peregrinación. En su exposición destacó cómo es el proceso que los jóvenes experimentan a lo largo del Camino, cómo día a día las largas caminatas ayudan a cuestionar qué es verdaderamente importante en la vida. Tras esos días centrales de la peregrinación, el acompañamiento a esos jóvenes ayuda a aflorar un compromiso de vida más humano.

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